jueves, 9 de septiembre de 2010

Familiar Feeling

Nothing can come close to this familiar feeling... Como dice Moloko en esa canción que no paro de escuchar, la rutina de lo inesperado, la repetición de sobresaltos, la inestable firmeza de los constantes cambios y en el centro yo, el junco que flexible no para de moverse: a veces el viento me mece e iniciamos una danza suave de sobra conocida, otras me zarandea obligándome a improvisar violentos movimientos para conseguir mantener mis raíces en el mismo lugar, dentro de la tierra, a salvo de las acometidas que el paso de los años y la vida misma lanza indiscriminadamente hacia este lugar en el que me encuentro ni joven, ni vieja, ni loca, ni cuerda.

Nothing can come close to this familiar feeling
We say it all without... Ever speaking

(Nada puede acercarse a esta sensación familiar
Nos decimos todo... Sin hablar)


martes, 10 de agosto de 2010

Filematologia

La filematologia es la ciencia que estudia los besos, según esta ciencia, desconocida para mí hasta hoy, en este acto se combinan tres sentidos gusto, tacto y olfato. Según la neurocientífica Wendy Hill los besos reducen los niveles de oxitocina, siempre y cuando se bese a la persona adecuada. Según Helen Fisher, antropóloga y experta en biología el acto de besar a alguien produce un montón de reacciones químicas ya que en la saliva transportamos un alto nivel de hormonas, en dicho intercambio se producen endorfinas, que al liberarse en nuestro torrente sanguíneo causan una agradable sensación de bienestar y noradrenalina y feniletilamina que estimulan la sensación de placer y el buen humor, por si esto fuera poco, reduce los niveles de cortisol, una hormona asociada al estrés. También se ha descubierto que permite quemar hasta 26 calorías, se ejercitan hasta 30 músculos faciales, hace que el pulso acelere de 70 a 140 y prolonga la vida de quien lo practica de manera continua.
Además de todos estos beneficios biológicos, producen otra magia secreta que sólo se siente cuando unes tus labios a los de otra persona y hoy quiero hacer un homenaje al beso, haciendo un recorrido por los que recordaré siempre:

Empiezo por el famoso Beso de la enfermera y el soldado en la plaza de Times Square, un caluroso catorce de agosto de 1945 Edith Shain salía a la calle a celebrar el final de la Segunda Guerra Mundial, y en un arrebato de alegría, un eufórico soldado la agarró firmemente para celebrar besándola el fin del conflicto más sangriento del siglo XX. Es posiblemente la foto de un beso más reproducida de la historia.












El beso de Amelie, para mi una muestra de lo bello que es el amor correspondido, amar y ser amado a partes iguales, dice tanto en tan poco tiempo... Simplemente perfecto





Y como no, el beso del amor eterno, de la entrega y la pasión, de la mejor película sobre vampiros que he visto:





Gabriela Mistral define perfectamente los tipos de beso en su poema, de título "Besos", claro, dejo aquí sólo un fragmento:


Hay besos que producen desvaríos

de amorosa pasión ardiente y loca,

tú los conoces bien son besos míos

inventados por mí, para tu boca.

(...)

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;

cubrió tu faz de cárdenos sonrojos

y en los espasmos de emoción terrible,

llenaron sé de lágrimas tus ojos.


Y hablando ya de literatura, dejo la descripción más sensual y certera de un beso, el libro Rayuela, de Cortazar:

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua."




Según Sabina "hasta los huesos solo marcan los besos que no has dado, los labios del pecado"... Recuerdo un par de besos no dados que desde luego me han marcado y deduzco que alguno más acumularé todavía, sin embargo, me quedo con los que he dado y los que aún tengo guardados...

jueves, 5 de agosto de 2010

Sindrome de Wendy


Al parecer, el síndrome de Wendy se manifiesta en una necesidad absoluta de satisfacer al otro, tiene que ver con el miedo al rechazo y al abandono, el individuo que lo padece siente una gran necesidad de aceptación y aprobación que le llevan a querer ser imprescindible, por lo que evita a toda costa que los demás se molesten y se esfuerza en complacer sus deseos. Por supuesto, para que exista una Wendy, debe haber un Peter Pan, un individuo que no quiere crecer ni asumir responsabilidades para que así el primero se ocupe de hacer todo aquello que no hace el segundo. Haciendo un balance poco profundo de mis relaciones afectivas a todos los niveles siempre he encontrado un Peter Pan al que cuidar, proteger, por el que tomar decisiones o asumir responsabilidades que no me corresponden hasta el punto que me he planteado si en el felpudo no debería grabar algo así como "Bienvenidos a la ciudad de los niños perdidos". ¿Qué fue antes Peter Pan o Wendy? ¿mi deseo de complacer o el deseo de delegar de los otros? ¿mi poca asertividad o la poca vergüenza de todos esos niños perdidos que he ido permitiendo que se queden enredados entre los faldones de mi camisón?
Lo que tengo claro es que si para la
existencia de una de estas figuras es necesaria la otra es hora de marcar el colon, colorado de este cuento que ya se ha acabado. Adiós Nunca jamás, adiós niños perdidos, adiós Peter, no quiero hacer más de vuestra mamá, es hora de que esta Wendy vuele en solitario y sin necesidad de polvo de hadas.

jueves, 8 de julio de 2010


La dualidad que convive en un corazón humano me impresiona, incluso hoy, en una situación como esta, siento tan diferente, porque aunque esté triste, enfadada con el curso de este puto río y el paso de los años y poseída por el peor de los demonios (la impotencia), cuantas menos ganas tienes tú de seguir, más ganas tengo yo de comerme la vida, de chupar bien su cabeza y de dejarla, el día que así tenga que ser, solo una cáscara seca. Aunque el drama planee encima de las cabezas de las personas que más quiero y la mía propia, mi corazón se agarra con uñas y dientes a la sensación de sentirme viva, de disfrutar y por eso me prometo y te prometo que a mi memoria siempre vendrán recuerdos tuyos esperándonos en la puerta del cole, tu forma pausada de contar historias de sitios que ya no existen, tu risilla de dientes descolocados y esos pequeños ojos brillantes. No te voy a engañar, también recordaré nuestras diferencias, mucho más grandes de lo que ni siquiera podrías imaginarte, incluso ahora, porque tú te has rendido y te empeñas en quedarte en el "ha sido" y para mí sólo existe el "ahora" porque lo único claro que tengo del futuro es que te seguiré queriendo igual que hoy.

martes, 15 de junio de 2010

Caravaggio's Boy


Supongo que todos hemos tenido un amor platónico, ese con el que solo hemos fantaseado sin la prisa porque llegue a consumarse, con el conformismo de quien se contenta con solo soñar... El mío se remonta a los días de instituto, él lo tenía todo para gustarle a una adolescente introvertida y rara como yo: vestía siempre de negro, tenía una belleza antigua, su cara era comparable a un cuadro de Caravaggio, piel blanca, pelo negro y rizado, ojos grandes y verdes y un halo misterioso que bien podría ser fruto de la timidez o de pensar que estaba rodeado de auténticos gilipollas con los que no merecía la pena hablar, que era lo que me pasaba a mi la mayor parte del tiempo.
Repitió el último curso y cuando me enteré pasé la noche anterior sin dormir imaginando que se sentaba a mi lado, cosa que nunca sucedió, así que acabamos los cuatro años de instituto sin que yo me atreviera a decirle una palabra y sin que él reparara en mi existencia.
El primer dia de clase en la universidad, hecha un manojo de nervios, allí me lo encontré, estudiando en la misma facultad, y con el mismo aire de perdido que yo. Allí me enteré, siempre por terceros, de que también pintaba, como yo, y tampoco le gustaban las clases en la universidad, por lo que los dos lo dejamos un tiempo después.
Han pasado los años, y he seguido cruzándome con él en los sitios más insospechados: alguna exposición en el reina Sofia, varias fiestas en el Patio Maravillas, el portal de casa de mis padres...
Hoy, como colofón, recién llegada a este barrio en el que todo es nuevo y nadie parece conocerse, me lo acabo de encontrar con las bolsas de la compra abriendo el portal de al lado.
Este cúmulo de circunstancias me hace pensar en dos posibles lecturas de los hechos: por un lado, que el destino, los dioses, o las energias, quieren reirse a mi costa y me castigan recordándome que quizás estoy condenada a morar por el reino de la solteria por no haberme atrevido nunca a hablar con él o, por el contrario, es una forma de recordarme que a partir de ahora no tengo que tener miedo de mostrar mis sentimientos o más bien miedo de mis propios sentimientos...
Quizás no debería darle más vueltas, al fin y al cabo sólo han sido meras casualidades, ¿no?

jueves, 13 de mayo de 2010


Edith Piaf nació delante de una farola, en plena calle, cuando su madre salió a pedir ayuda ya que su padre había salido a celebrar el nacimiento para emborracharse como hacía habitualmente por las calles de París. Su abuela materna la alimentaba con vino en vez de leche, porque decía que así evitaría infecciones y el único cariño que encontró de niña fue el de las prostitutas del burdel regentado por su abuela paterna, sin embargo, o quizás por eso, se aferró al poder de su voz con desesperación, pasión y desenfreno.
Aquí tenemos otra mujer que vivió, amó y cantó como le salió del coño: su voz era la de un gorrión y su sed la de un marinero, su aspecto era frágil, pero la fortaleza de sus ojos tristes soportó una infancia penosa, la pérdida de su hija a los dos años y la del amor de su vida en un accidente de avión cuando se dirigía a verla... A él le dedicó una canción que tiene, ni más ni menos, que el nombre que se merece, "Himno al amor" y después siguió viviendo, amando y cantando, sin rendirse nunca, sin dejar de existir nunca, al menos en todos los corazones que, como el mío, palpitan más rápido cuando escuchan sus canciones.


martes, 27 de abril de 2010

Presentar...me


Soy un pez-mujer, un mamifero sirenio, un manatí escurridizo, ya Cristobal Colón al avistarme en las cercanías del Río de Oro, anotó en su cuaderno que era una sirena, pero no tan hermosa como las pintan.
He leido algunos libros, no tantos como hubiera leido si tomara menos cañas y leyera menos manga, mi cultura es general, superficial, en la media, mi curiosidad es infinita.
Soy una gata hogareña, celosa de su territorio y al momento me convierto en diente de león al viento y salgo, ruedo, bailo, diseminada entre la gente, sin sentirme la mayoría de las veces parte de ellos.
Grandes manos, muelas rotas y escamas multicolores para poder escapar.